«Ponle palabras a tu dolor, pues el dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe.» William Shakespeare
«La sabiduría consiste en ver las cosas como son desde la pureza de la mente.» Buda
«Tu cuerpo necesita que lo habites, tu mente necesita quietud, y tu corazón necesita ser escuchado…»
«No podemos detener las olas, pero podemos aprender a surfear» John Kabat-Zinn
«Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos» Pablo Neruda
«Mientras la comparación y la competencia nos llevan al estrecho espacio psicológico de la carencia, la gratitud y la empatía nos transportar al amplio espacio de la abundancia» John Kabat-Zinn (de Mora en la quietud)
La Alta Sensibilidad es un rasgo de personalidad hereditario con base fisiológica. No se trata de una enfermedad, trastorno o diagnóstico clínico, sino de una forma distinta de percibir, procesar y sentir el mundo.
Fue la psicóloga Elaine Aron, en 1991, quien definió este rasgo como Sensibilidad en el Procesamiento Sensorial, introduciendo el término Highly Sensitive Person (Persona Altamente Sensible – PAS).
Una Persona Altamente Sensible (PAS) posee un sistema nervioso más fino y delicado que el promedio. Esta sensibilidad les permite captar múltiples estímulos de manera simultánea, aunque necesitan más tiempo para procesarlos.
Este rasgo se manifiesta en aproximadamente un 15% a 20% de la población. No implica ser “especial” ni “diferente”, sino tener una manera particular de sentir e interpretar el entorno.
Si no se atiende adecuadamente, este rasgo puede derivar en desafíos emocionales o físicos a lo largo de la vida.
Las investigaciones apuntan a una predisposición genética, con implicación de genes asociados al transporte de serotonina, la neurohormona vinculada a la regulación del estado de ánimo.
En personas PAS, este sistema presenta niveles más bajos de serotonina, lo que favorece respuestas emocionales intensas como ansiedad, tristeza o miedo.
Cuando el flujo de serotonina se bloquea, el sistema de alarma del cerebro (SRE – Sistema de Respuesta a la Amenaza) se activa en exceso, generando “falsas alarmas” ante estímulos que no representan un peligro real.
El sistema nervioso de una PAS soporta mayor carga de estrés. Esto se relaciona con un mayor engrosamiento de la amígdala cerebral, una estructura clave del sistema límbico, que gestiona emociones como el miedo, la angustia y la ansiedad.
Esta sensibilidad provoca una percepción más intensa del entorno y una emocionalidad a flor de piel.
La Sensibilidad de Procesamiento Sensorial se define a través de 4 características clave, conocidas por el acrónimo DOES.
Estos pilares pueden presentarse con distinta intensidad en cada PAS:
Las PAS procesan la información de forma más profunda y reflexiva. Analizan tanto pensamientos como emociones y estímulos sensoriales con mayor detalle.
La acumulación de estímulos puede generar saturación y fatiga. Las PAS suelen retirarse a espacios tranquilos para recuperar energía.
Experimentan emociones con más intensidad y poseen una capacidad empática notable. Esto les permite conectar con las emociones ajenas con facilidad.
Perciben detalles del entorno que la mayoría pasa por alto: cambios en el tono de voz, expresiones faciales, o variaciones en el ambiente.
Los niños no “se hacen” PAS, nacen con este rasgo. Son más curiosos, se emocionan con facilidad, pueden parecer tímidos o evitar saludar. Es común que tengan rabietas intensas o que les afecten los cambios en su entorno.
Reconocer este rasgo desde la infancia es fundamental para acompañarlos adecuadamente.
Existen señales corporales que reflejan la alta sensibilidad. Las más comunes son:
Estas respuestas tienen sentido biológico: el sistema nervioso y la piel se desarrollan a partir del mismo tejido embrionario (ectodermo).
Ser PAS implica una gran vulnerabilidad, pero también una enorme riqueza emocional, sensibilidad artística, profundidad emocional y empatía.
La clave está en el autoconocimiento y la gestión emocional consciente. Al identificar tus límites y aprender a cuidar de ti, puedes transformar esta cualidad en una fortaleza.