Psicología Integrativa:

Tu Espacio para Sanar

El cuerpo se cura, la mente se aquieta, tu alma sana... y el espíritu crece.
No eres una máquina de comportamientos positivos y negativos… tu alma tiene mucho que decir: Ven a “Tu Espacio para Sanar” y ¡déjale que hable!

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Las flores de Bach

«(…)Mas, ¿qué es eso que brota tan fresco, vivificante, tan lleno de augurios en el corazón y devora el débil hálito de nostalgia?»
Himnos a la Noche de Novalis (I)

«Nuestras almas nos guiarán, basta con que las ‘escuchemos’, en cada circunstancia, en cada dificultad; y la mente y el cuerpo así ‘dirigidos’ pasarán por la vida irradiando felicidad y perfecta salud, tan libres de preocupaciones y responsabilidades como el pequeño niño confiado.»
Edward Bach, 1932.

Vivimos tiempos difíciles. Algunas veces uno llega a sentirse como una pieza más de un gran puzzle en el que no encaja. La vida diaria y las relaciones con los demás se convierten en una empinada montaña por la que caminamos ya casi sin aliento, faltos de las herramientas y la ayuda que necesitamos para conquistar su cumbre con alegría en el corazón, no con cansancio, encono o desidia.

Nuestro mundo anímico es tan importante en nuestras vidas como los síntomas físicos que perturban al cuerpo; las emociones «mal gestionadas» (por exceso o por defecto) son una de las principales causas de sufrimiento y malestar psicológico que cada vez con más frecuencia padecemos los seres humanos. Nuestras pequeñas experiencias del día a día se relacionan, muchas veces, con momentos de aprensión, nervios, angustia; con gestos de intolerancia; con manifestaciones agresivas, celos, envidias; falta de habilidades sociales (asertividad); con dificultades para adaptarse a nuevas situaciones y con comportamientos rígidos, aprensión por nuestros seres queridos; así como con sentimientos de culpabilidad, dolor, tristeza, rabia, miedo e incertidumbre... Para paliar las carencias provocadas por sustancias medicinales específicas que actúen en la esfera de lo anímico (o sobre la salud psicoemocional), contamos con «el sistema terapéutico de las flores de Bach», creado por el Doctor Edward Bach a principios de 1930. Se basa fundamentalmente en suministrar al paciente, vía oral, las esencias de algunas plantas, flores o árboles capaces de transformar aquellos estados de ánimo que provocan malestar, en condiciones positivas de equilibrio, además de restaurar por completo su estado de salud, entendido éste como bienestar físico, anímico, espiritual y social.

¿Qué son las flores de Bach?


Son remedios terapéuticos obtenidos a partir de algunas flores, plantas y árboles que, siguiendo principios muy similares a los de la Homeopatía, calman y armonizan todos aquellos estados emocionales que bloquean o interfieren el buen estado de salud del paciente. Las Flores de Bach «son un método único de curación para el alma e inciden de forma directa en las causas reales de los desequilibrios emocionales».

Los Remedios Florales son verdaderos bálsamos del bienestar que trabajan con las causas del sufrimiento anímico y de los bloqueos emocionales. Constituyen un método seguro e inocuo (sin efectos secundarios adversos) de curación, aunque su acción se deja notar en periodos de tiempo algo más largos.



Esta Terapia Natural fue introducida oficialmente en Inglaterra en 1935, por el Doctor Edward Bach. Sitúa el centro de atención en el ser humano y no en la enfermedad o en el conjunto de síntomas que ésta provoca. El Dr. Bach dedicó una parte de su vida a estudiar en profundidad el lenguaje emocional de las personas. Para facilitar (y delimitar) un determinado número de Esencias Florales, tuvo que establecer grupos o categorías emocionales básicas que 'representaran', de alguna forma, la infinita variedad de sentimientos de los seres humanos.

Finalmente, el Dr. Bach instituyó siete grupos (o categorías) emocionales básicos:

1. MIEDO: para quienes sienten temor, tanto por causas conocidas como desconocidas. Miedo a perder la razón, temores vagos, ataques de pánico, terror, estados de shock. Albergan temores a que les ocurran desgracias a sus seres queridos.
2. INCERTIDUMBRE: para quienes dudan del camino correcto o de la decisión que han tomado. Se sienten incapaces de decidir entre dos cosas. Buscan siempre el consejo de los demás, se desalientan ante la menor contrariedad y, sobre todo, se sienten muy inseguros. Creen que han perdido todas sus fuerzas o esperanzas para su curación
3. FALTA DE INTERÉS: para quienes no tienen interés por el presente, viven en su pasado o están como adormilados. Personas tristes y apáticas, con la energía física y mental bajo mínimos. Eluden su presente porque están rumiando constantemente las mismas ideas y no aprenden de sus errores.
4. SOLEDAD: para quienes se aíslan demasiado de los demás, sufren de impaciencia, egocentrismo o temen en exceso la soledad.
5. HIPERSENSIBILIDAD a influencias y opiniones: para quienes sufren de angustia y ocultan sus sentimientos, les cuesta poner límites a los demás y sufren mucho internamente, aunque no exista causa real para su desdicha. Para los que necesitan una protección ante los cambios e influencias negativas del entorno.
6. ABATIMIENTO O DESESPERACIÓN: para quienes sufren una baja autoestima, culpabilidad, desaliento en el desarrollo de su vocación. No saben "desconectar" de su trabajo y sienten una profunda angustia. Traumas del pasado "sin resolver", resentimiento, amargura, agotamiento y extenuación anímica.
7. SOBREPROTECCIÓN Y PREOCUPACIÓN EXCESIVA por el bienestar de los demás: para los que necesitan tener bajo control a sus seres queridos. No pueden evitar imponer sus opiniones y su modo de vida. Dominantes, sufren de intolerancia y exceso de perfeccionismo.